27 Gener 2019

UNO DE AQUELLOS DÍAS…

El Platja d’Aro pierde por la mínima en su visita a Montmeló: 4.5-5.5Dicen que hay días que es mejor no salir de la cama, porque todo ocurre como dicta la conocida Ley de Murphy, “Si algo puede salir mal, saldrá mal”. Pero como era un domingo de enero en dónde el equipo tenía una cita en Montmeló para enfrentarse al Club d’Escacs de dicha localidad, había que presentarse y enfrentarse a “uno de aquellos días”.El primer síntoma lo tuvimos a las 9:05, antes de comenzar el match, en la estación de tren de Montmeló, esperando a nuestro segundo tablero, el MI venezolano Jorge Bobadilla. No solo no se presentó, sino que además no contestaba al teléfono. Mala señal y el debate de qué hacer, si dejar el segundo tablero libre o subir todos un tablero dejando vacante el décimo. Al final, optamos por la primera opción, por si Jorge daba alguna señal.El delegado local, muy amablemente, me dejó tener el móvil encendido (en vibración) por si Jorge me llamaba, y así ocurrió a las 9:55: se había olvidado de activar las alarmas y consecuentemente se había quedado dormido. Cogió un taxi desde Barcelona pero (¡Uno de aquellos días!) unas obras justo en la entrada de la calle del club de Montmeló obligó al taxi a dar un rodeo de tres o cuatro minutos… y Jorge llegó tarde por uno. A las 10:31 caía en nuestra contra el primer punto del match.La primera partida en finalizar fue la de Manel Castellanos, unas tablas sólidas con negras, y poco después, Stanislav Romanov empataba el match tras derrotar a su adversario en un final de peones. Confiábamos en que “Ferrari” Kozlov nos pusiera por delante, pero pese a tener un final ganador cometía un increíble error (¡Uno de aquellos días!) y dejaba escapar la victoria. El match se ponía 2-2.Poco después acababan “los Jordis” (estos no están presos, afortunadamente). Álvarez no pudo hacer nada ante la superioridad táctica de su rival pero Díaz Comas ganaba en buena forma. 3-3 a falta de cuatro partidas.Un servidor no pudo firmar más que las tablas con negras ante un rival muy sólido. Un final de torres en el que si alguien forzaba podía acabar perdiendo, y mi rival no estaba dispuesto a hacerlo. Teniendo en cuenta que de las tres partidas que quedaban podíamos sumar 1.5 o 2 puntos, decidí repetir posición. Empate a 3,5.Pero fue firmar las tablas para que Juan Sánchez se dejara la dama de la forma más absurda (¡Uno de aquellos días!), olvidándose de capturar. 4,5-3,5 abajo, pero aún había posibilidades de empatar el match. Didier decidía no arriesgar en posición complicada y, dado que Vladimir estaba en un final seguramente ganador, decidió repetir y hacer tablas. 5-4 abajo, pero confiábamos en el ex-presi que había jugado una partida brillante. Un final de alfiles de distinto color pero que se debía ganar.Y entonces ocurrió lo increíble. Con 15 minutos en el reloj contra 30 segundos, y tras una captura de un peón, Vladimir puede retomar con peón “f” o peón “h”. Una gana y la otra no. Pero hoy era uno de aquellos días… Tablas y caída por la mínima.La próxima semana recibiremos al Ateneu Colón “B”, uno de los equipos más difíciles. ¡Esperemos que hoy ya hayamos gastado toda la mala suerte para lo que queda de temporada!